¿Es necesaria la leche para nuestro organismo?
En los bebés y niños -como en todos los mamíferos- la leche es la base de la alimentación, por tanto, muy necesaria para el correcto desarrollo y crecimiento. Pero no es un alimento imprescindible en la dieta de una persona adulta. De todos modos, nos aporta muchos nutrientes, como proteínas, vitaminas A y D y, sobre todo, calcio que sí son indispensables para nuestra salud. Así que si disfrutas con la leche no hay porqué no tomarla -aunque siempre con moderación, como con todo-.
Tipos de leche
En primer lugar, dividiremos los tipos por su origen. La leche como tal es la que proviene de los animales, el 83% de la producción mundial es de ganado vacuno, pero también se consume leche de cabra, oveja, caballo, camello, búfalo, entre otros.
La de origen vegetal, a nivel legal, no puede llamarse leche -ya que no es un producto lácteo- así que se le llama bebida vegetal.
Beneficios de la leche y sus variedades
La leche de vaca es la que tiene más contenido de grasa láctea, que es la encargada de aportar numerosos nutrientes a nuestro organismo: vitaminas, calcio, omega 3 y proteínas. Dichos nutrientes contribuyen a nuestra salud protegiéndola contra el cáncer y disminuyendo el riesgo de problemas metabólicos, además de que ayuda a la regeneración muscular y fortalece nuestros huesos, tiene propiedades antioxidantes y mejora los niveles de serotonina del cerebro.
Las variedades de leche de vaca que podemos encontrar son las siguientes:
- Entera: conserva todos los nutrientes básicos, pero pasa por los procesos de pasteurización y esterilización. Es la más alta en grasa láctea (3,5%) y es la más recomendada para niños.
- Semidesnatada: contiene la mitad de grasa que la entera (1,5%)
- Desnatada: solamente contiene entre un 0,5 y un 0,1% de grasa, por consiguiente, también menos cantidad de nutrientes. Es ideal para cuidar la línea o para aquellas personas con problemas de colesterol.
- Ecológica: proviene de vacas que comen pasto fresco y contiene menos residuos químicos.
- Fresca: es una leche que únicamente ha pasado por el proceso de pasteurización -calentada hasta los 75º y enfriada rápidamente-. Es más sabrosa, pero se mantiene durante un máximo de 5 días en el refrigerador.
- Sin lactosa: creada para quienes son intolerantes a la lactosa. No se elimina este ingrediente, sino que se le añade lactasa para que los dos componentes de la lactosa (glucosa y galactosa) se puedan absorber más fácilmente.
Tipos de bebidas vegetales
Las bebidas vegetales son una alternativa sana y sabrosa para intolerantes a la lactosa, personas que llevan una dieta vegana o simplemente aquellos que no quieran tomar leche.
Existen muchas variedades de leches de origen vegetal, cada una con un sabor característico y con distintos beneficios y nutrientes.
- Bebida de soja: es perfecta para personas con diabetes y colesterol. Tiene un alto contenido de proteínas vegetales, calcio, potasio, fósforo y magnesio, además, es baja en grasas.
- Bebida de almendras: más baja en calorías que la leche desnatada y es rica en fibra ayudando a nuestro tránsito intestinal y a combatir el estreñimiento.
- Bebida de avena: se digiere muy bien al contener mucha fibra. Regula los niveles de azúcar y contiene omega 3 y 6. También es rica en vitamina B, potasio, zinc y magnesio.
- Bebida de arroz: tiene un sabor suave y dulce. Es muy ligera porque es baja en grasas y proteínas. Aporta energía y es muy digestiva.
- Bebida de coco: de alto valor calórico, es rica en magnesio y fibra. Fortalece los huesos y el sistema inmunológico. Perfecta para personas con anemia.
Seguro que existen más tipos de leche animal y bebidas vegetales, aunque estos son los más comunes que podrás encontrar fácilmente en cualquier establecimiento.
Y tú, ¿qué tipo de leche prefieres? ¿De origen animal o vegetal? ¿Conoces alguna otra variedad que tomes y que quieras compartir con los Food Lovers?
----
Descubre más sobre ingredientes y alimentos.
Muy buen post. Gracias por compartirlo.