Simplemente poniendo en marcha tu creatividad, seguro que encuentras una alternativa deliciosa que cocinar con las sobras de prácticamente todos los platos y alimentos.
Preparar nuestro propio pan casero hará que este nos dure más tiempo y, además, sea mucho más sabroso que cualquiera que podamos comprar en un supermercado. Además, es una gran opción para controlar lo que comemos, ya que cocinándolo en casa nos aseguramos de que utilizamos los mejores ingredientes posibles.
Otra gran ventaja es que podemos jugar con las texturas e ingredientes que usamos en el pan y así probar distintas recetas. A continuación te ofrecemos una opción:
El primer paso es tamizar la harina junto a la sal en un bol. Mezclamos la levadura (si es fresca) con agua tibia y dejamos reposar durante unos 15 minutos. Pasado ese tiempo, hacemos un hueco en medio de la harina y añadimos la levadura.
A continuación, pasamos la masa a nuestra superficie ya enharinada y amasamos muy bien, estirando la masa con una mano y retorciéndola durante 15 minutos. Estará lista cuando ya no esté pegajosa.
Introducimos la masa en un bol al que previamente habremos untado con aceite, lo cubrimos con papel film y dejamos que repose aproximadamente una hora.
El siguiente paso es volver a amasar suavemente en círculos y doblando los bordes hacia adentro. Luego cubrimos la masa con un paño y lo dejamos reposar 15 minutos.
Pasado este tiempo, ponemos el pan sobre una tabla enharinada y la dejamos fermentar en un lugar cálido unos 50 minutos.
El último paso es encender el horno a 230 ºC y meter la bandeja con la masa. Cuando veamos que el pan ha subido, le hacemos un pequeño corte que ayudará a que tenga más corteza y echamos agua fresca en la bandeja del horno, que ayudará a la formación de esta.
Pasados unos 20 minutos, retiramos la bandeja con agua, bajamos la temperatura a 200 ºC y dejamos cocinar otros 20 minutos. Para saber si nuestro pan casero está listo, bastará con golpear la base con los nudillos y asegurarnos de que suene a hueco.
Finalmente, retiramos el pan y lo dejamos enfriar completamente.
Para conseguir que el pan nos dure más tiempo es importante dejar que repose y se enfríe totalmente antes de guardarlo. Además, los panes con más corteza tienden a secarse más rápido, por lo tanto, debemos evitar cocinarlo con demasiada corteza.
Por último, para evitar que nuestro pan casero se endurezca o ablande rápidamente, lo mejor es guardarlo en una bolsa de tela o de lino, que ayudarán a que el aire no lo estropee y, a su vez, permite que el pan respire. No utilizar bolsas de plástico, ya que acelera la aparición de moho.
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Simplemente poniendo en marcha tu creatividad, seguro que encuentras una alternativa deliciosa que cocinar con las sobras de prácticamente todos los platos y alimentos.
Simplemente poniendo en marcha tu creatividad, seguro que encuentras una alternativa deliciosa que cocinar con las sobras de prácticamente todos los platos y alimentos.
Delicioso pan
Y en qué momento se usa la máquina amasadora?
Hola Angela,
La máquina de amasar se usa en los momentos que en la receta ponga que hay que amasar. Como no todo el mundo tiene máquina, muchas veces ponemos las instrucciones de amasado a mano, pero si tienes una es entonces cuando tienes que usarla.
Gracias por tu comentario y un saludo!
Un post muy interesante. Muchas gracias por la ilustración. Un cordial saludo.
Gracias por la receta. Realmente increíble. Si se le añade cebolla frita y bacon el pan sale delicioso.
Gracias
¡Hola!
¡Muchas gracias por tu comentario!